jueves, 28 de junio de 2012

MAS RECURSOS QUE HUMANOS.

Acompaño hoy la entrada con el inquietante y provocativo cortometraje del argentino Santiago “Bou” Grasso, “El empleo”. Considero este corto como un aviso a navegantes, una llamada de atención sobre los peligros que entraña el considerar el trabajo como un fin en sí mismo, como un simple mecanismo de supervivencia. La progresiva degradación de las condiciones laborales a la que estamos asistiendo, fruto de la escasez y precariedad de los puestos de trabajo, nos obligan a reflexionar seriamente sobre el tema de la motivación laboral. Quizás antes de plantearse de qué quiero trabajar, nos tendríamos que preguntar para qué quiero trabajar.
Tras ciertas dudas sobre si mis alumnos llegarían a entender el sentido de este cortometraje, y sobre la conveniencia de abrir o no este debate, la visita de un antiguo alumno acabó por decidirme. Tras un año aproximadamente sin tener noticias suyas, pasó por el centro uno de los alumnos que tuvimos en el proyecto anterior. Al preguntarle por cómo le habían ido las cosas en este tiempo, empezó a desgranarme la infinidad de trabajos que había realizado desde que acabó la escuela taller. Más que trabajar, en realidad había estado buscándose la vida, alternado actividades agrícolas con pequeñas reformas realizadas para particulares, incluso había llegado a trabajar un par de semanas como comercial de una compañía telefónica. Por supuesto todos estos trabajos los había realizado sin contrato, inmerso en lo que él denominaba como economía de supervivencia. En alguno de estos trabajos, me comentó, incluso había llegado a perder dinero.  Al final, me dice, lo importante es levantarte por las mañanas y tener cosas que hacer. Su discurso me dejó preocupado. En algunas cosas tenía razón, pero… ¿a dónde nos conduce esto?

Durante siglos la palabra trabajo tuvo connotaciones negativas asociadas a esfuerzo, sacrificio, penalidades, castigos,... no en vano durante cientos de años, el trabajo, sobre todo el físico, quedaba relegado a los esclavos. Sólo durante el último siglo, la concepción del trabajo ha ido evolucionando hasta convertirse en un mecanismo de participación social y de realización personal. desde que Maslow formulará su famosa teoría jerarquica de las necesidades, infinidad de estudios de motivación y productividad, han ido identificando las diferentes razones por las cuales las personas realizan sus trabajos. La progresiva implantación de la sociedad del bienestar fue eliminando el "trabajar para vivir", substituyéndolo paulatinamente por el "vivir para trabajar", en el que el trabajo es concebido como la vía más importante de crecimiento y autorrealización. El trabajo es el mecanismo a través del cual podemos cubrir nuestras necesidades, no ya fisiológicas, sino sobre todo sociales y de realización.
Las actuales circunstancias del mercado de trabajo, con elevados índices de desempleo de larga duración, descenso en la contratación indefinida y aumento de la precariedad, provocan que resurja el concepto de trabajo entendido como medio de subsistencia y no como mecanismo de realización. Esta concepción nos retrotrae a otros tiempos que, al menos en los países del primer mundo, creíamos superados. Trabajar de lo que sea, al precio que sea, con las condiciones que sean, con tal de poder llegar a fin de mes. A esto que antes se le llamaba esclavitud, ahora se le llama flexibilidad.
Esta es la concepción del trabajo sobre la que alerta este cortometraje. El empleo, retrata a los trabajadores como simples piezas de un engranaje que son empleadas, “usadas”, en el proceso productivo. Es la teoría de marxista de la alienación. El trabajador como mercancía, como herramienta, como mero recurso.
En tiempos convulsos, la gestión que las empresas realicen de sus recursos humanos se convierte en un elemento clave. La disyuntiva que se plantea es, gestionar desde el corto plazo, ligando la supervivencia de la empresa a la reducción de costes y tratando a los trabajadores como recursos, o gestionar con altura de miras, oteando el horizonte, gestionando personas como generadoras de valor, como fuente de talento e innovación.
Mi pregunta, mi reflexión de hoy, está dirigida sobre todo a los empresarios y departamentos de RRHH, ¿Cuándo miras a tus trabajadores que ves: un problema o una solución?
¿FELIZ? REFLEXIÓN.

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